lunes, 8 de agosto de 2011

A cada uno le toca lo que le toca, hay quienes se sienten frustados por la educación que les tocó, otros se resienten contra eso. A mí me tocó una buena educación, tanto en el colegio como en la universidad, y no puedo renegar de eso. Sería absurdo dármelas de "marginal" y pretender que no estudié en un colegio cuico, aún cuando saque cabros consientes de la realidad. Sería ingenuo insistir en que en la Universidad de Chile hay diversidad (sorry, pero tener 15 compañeros del Nacional, 10 del Lastarria, 5 del Aplica, 5 del Liceo 1 y 4 del Carmela NO es diversidad). Pero una cosa es haber estudiado en isntituciones "de elite" y otra es vendarse los ojos y negarse a ver la realidad nacional.

Dejando de lado a quienes no son capaces de darse cuenta que los medios mienten (o, al menos, no nos informan), ¿alguien en este país cree que tenemos educación de calidad?, ¿alguno que piense que el sistema es justo?.

Hoy no estoy para grandes discursos, simplemente quiero manifestar que en mi casa, estamos por un cambio al sistema (comencemos con la educación, quizá en un par de años podamos arreglar la salud y, tal vez, de aquí a que me jubile el sistema de pensiones no sea desastroso), participamos de las marchas y protestas (a las que podemos asistir) y estamos en contra de la represión que está ejerciendo este gobierno. Pero también quiero dejar en claro que este descontento no es por el gobierno de turno, la cosa viene de antes, y es de weones pensar que todo esto es por un gobierno de derecha.

En Chile está la cagá, y mientras muchos prefieren arrellanarse en sus casas y no cuestionarse, algunos preferimos soñar con un cambio en la constitución.

viernes, 20 de mayo de 2011

El fin del mundo

Me gustaría expenderme más sobre este tema, pero como ahora no tengo internet en la casa, lo debo escribir en la pega, por lo que el tiempo escasea... en fin, quizá luego tenga más tiempo.

Soy un tanto escéptica en cuanto al fin del mundo el día de mañana, ¿cuántas veces, en la historia de la humanidad, no se ha acabado el mundo?, pero, mi gran interrogante, es ¿qué pasará el domingo, cuando se despierte la gente que cree que mañana chao pescao? ¿van a reconocer que se equivocaron? ¿van a tratar de justificarse? ¿qué diantres va a hacer? ¿qué van a hacer mañana, mientras esperan el fin del mundo? ¿van a levantarse como un día normal, o, por el contrario, tendrán preparado un rito?

Yo respeto, creo, a la gente que de verdad cree esto, pero, ¿los que creen por conveniencia? ¿van a reconocer las tonteras que hicieron para salvarse, o se harán los giles olímpicamente?

Ya, se va a cortar la luz y hay que irse pa' la casa, el lunes, si están vivos y tengo la mínima certeza que me leerán, sigo. Si no estamos vivos, güeno, en mi paraiso todos tendrán que leer lo que yo escribo!

viernes, 18 de febrero de 2011

Se acerca mi cumpleaños, y, nuevamente, sin ánimo de parecer pedigüeña, preparé una pequeña lista de artículos que serían útiles para mi persona, y, de paso, pueden guiar a quien me quisiera regalar algo, más que mal, cumplir 30 años puede resultar traumático*, y ayudar a superar este trauma, debería ser la misión de cualquier amigo que se precie de tal.

Al igual que el año pasado, lo separaré en diferentes ítems:

1. Ropa: Mi tienda favorita sigue siendo MIA, y el vestido que tanto quería el año pasado, me lo regalé después del terremoto, este año no he pasado por ahí, pero me imagino que deben haber vestidos, poleras y chaquetas que me podrían gustar. Además, me gustaría tener un nuevo par de jeans (Lee, los Felton o los 101, no focalizados, talla 38), y esas zapatillas milagrosas que hacen que con puro caminar se te vea el poto rico y unas piernas estupendas (aclaro, creo que mi trasero está súper bien, pero mis piernas se podrían lucir mejor).

2. Cosméticos: Ya tengo esa cosita para los ojos de Garnier, y es realmente fantástica (fue mejor de lo que esperaba), me la regalé con mi aguinaldo del 18, y, aunque ahora está de oferta y lo ocupo todos los días, no creo necesario tener otro por ahora, me queda más de la mitad. Siguen siendo útiles los shampoo y bálsamo de John Frieda o el Naturaleza y Vida para pelo claro y los esmaltes OPI (no me he comprado ninguno de los colores que quería el año pasado).

3. Escritorio: todavía necesito subir la pantalla de mi compu con algo más glamour que la guía de teléfonos (menos mal que convencí a mi jefe de que no la necesita, que para eso está amarillas.cl) o cualquiera de las cosas que puse el año pasado.

4. Hogar: a un año de vivir en nuestra nueva casa, ya tenemos una sala de estar hermosa, un living con 1 sofá, una mesa de arrimo, lámpara y cortinas, un jardín con pasto, la cama para las visitas, una cómoda hermosa en el comedor, un juego de terraza... en fin, aún cuando no soy mal agradecida, siguen faltando cosas: todas las lámparas del 2°piso (son 8), veladores y lámparas de noche, sábanas, toallas, la licuadora, los mismos potes rubbermaid del año pasado, las bandejas para enfriar las galletas, cuchillos de esos de colores, aunque ya tengo el fuccia, de esos espanta-zancudos de ultrasonido y cosas para el jardín: hortensias (la planta, no unas flores), un canelo, un mini-huerto, tierra de hojas para cuando re-plantemos una parte del pasto.

5. Comidas: una torta de manjar-nuez, o de chocolate (ojo, la tortas de chocolate no deben traer mermeladas), bombones Ferrero Rocher o Nutella, queso Philladelphia u otros, pero ahora no estoy tan comilona.

6. Accesorios: quiero de esas botellas que uno les pone agua de la llave y la filtran, pero de esas de un solo color, no las nuevas "for kids", están en el Jumbo, sigo queriendo hilos de bordar, tela aida (14, 16 o 18), pinches para el pelo, una alforja de la Nora (y uno de esos cintillos que casi-le compré el viernes pasado, creo que me veré hermosa con uno de esos y un tomate, pero no me decidí por el color), pins o chapitas para mi colección, y los pasajes de a Isla de Pascua ya no los necesito (fuimos en junio), pero para otro lugar, como Buenos Aires o Lima estarían perfectos...

7. Libros: siempre he querido tener el original de El Gran Cuaderno, La Prueba y La Tercera Mentira, pero, si no se puede, igual me gustaría Claus y Lucas. También me gustaría leer la trilogía Millennium, pero me parece que, al menos acá en Chile, es escandalosamente cara. De Mijaíl Bulgákov me gustaría tener Morfina, Vida del Señor Moliere y Los días de los Turbin (Dato: El Maestro y Margarita y Corazón de Perro ya lo tengo), y, de Manfredi, me falta el Alexandros 3 (hay varios más que no tengo, pero tengo varios ya).

Creo que por ahora sería.

*Aclaración: sé que a otras personas les ha traumado llegar a los 30, yo, en cambio, quiero que llegue pronto el miércoles, y después, cuando me pregunten, ¿qué edad tienes? luego de mi respuesta escuchar "te ves mucho más chica" (y yo seré feliz...)