lunes, 15 de febrero de 2016

Enrique, otra vez...


Hace ya unos días escribía sobre la particular visión de Enrique González (el nuevo big boss de Cruz Verde) y me imaginaba que había empezado una “batalla” en los medios para posicionar su política en los medios… Y hoy lo tenemos en La Tercera hablando del TPP, las farmacias populares y la nueva ley de fármacos, donde vuelve a recalcar que uno de sus principales intereses es mejorar la accesibilidad a los medicamentos y traspasar la baja de los costos a los consumidores (puchas qué wena gente, ¿o no?).

En esta oportunidad, mi frase favorita es “En materia de incentivos variables… a nuestro parecer esta normativa va en la dirección contraria, pues resta competitividad al mercado, haciendo perder al consumidor y a los trabajadores que dejan de percibir derechos salariales que ya estaban contemplados en sus remuneraciones”. Y yo me pregunto, una vez más, ¿a qué se refiere con perder competitividad?, porque en realidad, a toda la competencia se le aplican las mismas reglas, por lo que se empareja la cancha y nadie puede “avivarse” por este lado. Con la parte de “hacer perder al consumidor”, ¿de qué manera pierde, en que ya no me van a tratar de enchufar lo que está de “oferta”, aun cuando hay 3 alternativas más baratas?, y con eso de los trabajadores… ¿de verdad creen que se va a legislar pensando en perjudicar a los trabajadores? ya, OK, casi siempre se legisla perjudicando a los trabajadores, pero en esta pasada no es tan así, porque si las farmacias siguieran al pie de la letra las indicaciones de la nueva ley y dejaran de tratar de ganarle la mano a la inspección del trabajo, los trabajadores no verían mermados sus sueldos y, por el contrario, podrían sentirse aliviados de tener claridad de cuánto recibirán a fin de mes y no estar a la deriva de cómo se aplicarán las metas y bonos a fin de mes.

Lo dije hace unos días, y lo repito ahora, este señor inició una campaña de lobby a favor de su empresa. Y acá estaré, atenta a desmentir lo que él quiera poner en la mesa.

lunes, 8 de febrero de 2016

¿Vamos a la guerra? (Aviso: tema de poco interés para la población en general)


Cambios al mercado farmacéutico       
 (Por favor, disculpar la imagen penca que ilustra esta entrada, mis habilidades photoshoperas no están muy desarrolladas) 


El día lunes 25 de enero,  tanto en radio Cooperativa como en el vespertino La Segunda (http://www.updatecomunica.cl/update/noticia/118535), salió hablando Enrique González, director de la División Salud de FEMSA (Grupo controlador de Cruz Verde) acerca del mercado chileno, de reducir el costo de los medicamentos y de abrir las farmacias 24 hrs…

Así, creo, se inicia una campaña por parte del grupo para poner en la agenda nacional el tema de “abrir las farmacias 24 hrs. para mejorar el acceso de los clientes a los medicamentos y bajar los costos”, pero lo que buscan en realidad es llevar al mercado a una desregulación que los beneficia exclusivamente a ellos.

En esta campaña, tratarán de poner al público en contra de quienes más nos opondremos a la medida: los químicos farmacéuticos (QF). Seguramente van a argumentar que el costo de mantener una farmacia abierta es muy alto, debido a que se exige la permanencia de un QF en todo el horario de funcionamiento de la misma. Probablemente también salgan nuestros sueldos al baile, porque a la hora de reclamar, nos olvidamos que el sueldo promedio de un QF con 5 años de experiencia corresponde al del noveno decil, es decir, pertenecemos al 20% más rico del país. Y acá no van a valer argumentos como los años de estudio, porque, déjeme contarles, los profes estudian un año menos que nosotros, y puchas que ganan harto menos.

Entonces, no nos quedará otra que caer en la “guerra sucia”  y contraatacar con argumentos válidos y que dejen satisfecha a la población, para tenerlos de nuestro lado:

Ante la pregunta “¿Las reglas del juego son claras, más aún con los cambios a la ley de fármacos?”, Enrique Gonzáles responde “…Nos ha sorprendido el cambio súbito de las reglas en el sector y la rapidez con la que se han realizado…”; y acá cae en el primer error: la ley fue aprobada el 2013, después de mucho tiempo de tramitación en el congreso, donde las cadenas trataron de flexibilizar las reglas para los almacenes farmacéuticos y los supermercados trataron de meter los medicamentos en las góndolas, donde se acusó a diestra y siniestra a uno y otro lado de la discusión de chantajes y extorsiones y, no olvidemos, todo se empezó a fraguar después de enterarnos de las colusiones de las farmacias el 2008. Finalmente, la ley salió publicada en el diario oficial en febrero del 2014 y entró en vigencia a cabalidad en agosto de ese año. Entonces, yo me pregunto, Enrique, ¿a qué te refieres con cambio súbito, o es que, como no vivías en Chile, no te enterabas de lo que pasaba?

En otra parte de la entrevista, dice “Podrían promoverse cambios laborales que redujeran los costos operativos, para que las farmacias pudiesen abrir 24 horas”. Ojo, acá está hablando de las farmacias en particular, pero luego podrían aplicarse al comercio en general, ¿cómo se lograría mantener las farmacias abiertas 24 hrs?, con gente trabajando esas 24 horas, ¿qué significa un cambio que reduzca los costos operativos?, pagando menos plata a los trabajadores. Acá no hay segundas lecturas, o que venga un MBA a explicarme esta frase si tiene un significado diferente.

Luego Enrique (permítanme tutearlo), nos dice que “Estamos convencidos que debe impulsarse más la bioequivalencia, que ha sido muy benéfica para reducir los costos en otros países como México”, ya OK, qué lindo México, sin embargo, acá en Chile pasó todo lo contrario: los genéricos bioequivalentes subieron de precio o de frentón salieron del mercado; y ojo, no estoy abogando para retirar los bioequivalentes, sólo digo que este argumento no es válido por sí sólo, en nuestro país se ha archi-demostrado que la única manera de regular los precios de los medicamentos sería con una intervención profunda por parte del Estado (horrooooor, más Estaaaaado).

Para finalizar, nuestro amigo nos indica en su entrevista que quieren “accesibilidad, eficacia terapéutica y costos razonables” y, discúlpenme el exabrupto, pero, puta el weón altruista po’, lo único que le importa es la gente de nuestro país, pero en ningún caso se plantea cómo su empresa podría disminuir sus márgenes para lograrlo, ya OK, estamos en el paraíso del libremercado, pero, por el amor de Dior, no sigamos dejando que nos metan el… dedo en la boca.