I Love The Summer (Modo Spanglish: ON)

Hace tanto tiempo que no escribo que parece que ya se me olvidó como hacerlo... Pero en realidad no, siempre "escribo" en la cabeza, sólo que luego no me doy el tiempo de llevarlo al papel, o, en este caso, a los bit.

Weno, al título: ¡Amo el Verano! Me encanta esta época, amo que a las seis y media de la mañana esté claro (aún cuando me quiera despertar a las 10 de la mañana) y que en la noche, sean las nueve y todavía quede luz.

Amo los vestidos de verano, me gusta mostrar la pierna, incluso, ando de tan buen humor que me da lo mismo que me digan que me saque las panties blancas, y amo comprar vestidos y tener muchos de ellos, de mezclilla, negros, "cafeses", con flores, sin flores, de muchos colores, de pocos colores, bajo la rodilla, sobre la rodilla, mini-mini, en fin... 

Otra cosa que amo es tener la excusa ideal para los helados y si bien soy mañosa con los helados, disfruto de los de piña de palito, los Egocéntrico, los Prestigio que salieron el año pasado, el de Bresler que también trae centro de chocolate, el de Brigadeiro que Bresler trae de Brasil y los Biancolate en general (lástima que hayan cerrado el que quedaba en Huechuraba, que es más o menos cerca de mi casa y lástima que no siempre tengan el "chocolate manizado" y el "pie de limón", pero siempre disfruto del súper-dulce-de-leche).

También amo ir a la piscina, me encanta piscinear, ir al río o a la playa de mar (tengo una tranca infantil con las playas de lagos y lagunas), eso de estar al sol me fascina, y no digo estar de guata al sol (qué fome), pero sí poder leer al solcito, jugar al solcito, pintarse las uñas al solcito, conversar al solcito... y si te da calor, sigues haciendo lo mismo, pero dentro del agua. Por cierto, aprovecho de agradecer a mi tía que mañana me recibirá en su piscina.

Amo las actividades de esta época: las ferias temáticas (que el Paula Gourmet, que la Feria de Diseño, que Jardinera, etc), aún cuando no son 100% veraniegas, empiezan cuando se acerca el verano, amo el festival de teatro a mil (no amo sus precios, por dios!), los cumpleaños con terraza o piscina (o ambos), los paseos a los cerros, a la playa, a la montaña (en la práctica, éstos se pueden hacer todo el año, pero en el verano tienen otro gustito).

Amo que Santiago se quede "vacío" y que se acaban los tacos y uno puede ir a cualquier parte muy rápido (esto es sólo en la teoría, porque igual llega gente a veranear a la capital, pero al parecer se distribuye mejor la ocupación de los espacios).

Y amo que en esta época sea la navidad y después mi cumpleaños!!!