domingo, 27 de diciembre de 2015

Proprósitos 2016

No estoy segura de haber escrito antes alguna entrada con los propósitos para el año nuevo, estoy clarísima que sí lo he hecho para mi cumple (que, para mi, es el verdadero año nuevo), pero ya que me he hecho un tiempo y, al igual que cuando comencé este blog, voy viajando de Chillán a Santiago, me pongo manos a la obra:
 
1. Para este 2016 espero ser más ordenada con la plata, me encantaría terminar el año con un fondo ahorrado, pero a partir de abril, porque antes estaremos en plan #vacacionesEEUU
 
2. También espero ser más ordenada con las comidas; soy demasiado mañosa y demasiado wena pa' chanchear, nunca me da hambre, pero si me ponen 8 kilos de quesos surtidos, soy capaz de darles en bajo yo solita (y ni hablar de la carne a la parrilla). Obvio que durante las vacaciones no espero andar limitándome, pero sí ser más responsable con mi bello cuerpo.
 
3. También desearía ser más ordenada con los horarios en la pega; no es que llegue tarde ni mucho menos, pero sí me cuesta enfocarme en lo que debo y al final ando corriendo para terminarlo todo.
 
4. En realidad, quiero orden en muchos aspectos de la vida, a parte de la plata, la comida y los horarios, espero ser más ordenada en la casa y el auto, que siempre parece un chiquero, ¿necesitaré algún conjuro especial? Recibo sugerencias pa' año nuevo, igual que eso de los calzones amarillos, o de las vueltas con maleta (en este creo a pie juntillas), quizá haya algún juego pa' creerse más ordenado...
 
5. Darle todo el punch a Goos, que el 2016 sea el año del despegue, pa' poder comenzar a organizar los años sabáticos que queremos tener con la socita.
 
6. Quiero darme el tiempo de escribir más por este barrio, siempre se me ocurren ideas brillantes, pero luego se me olvidan y no escribo ninguna weá.
 
7. Ya que estamos, tratar de decir menos palabrotas.
 
Y ya no se me ocurre nada más... y es que en realidad me gusta mi vida y mi hermosa familia, uno no puede andar de pedigüeño por la vida y no agradecer por lo que tiene. No creo que me haga falta nada en lo material (siempre uno puede querer más leseras, pero no es que las necesite realmente) ni en lo personal/familiar (a parte de ser una desordenada, pero si me pongo a escribir defectos, me voy a la B).
 
Este fue un año extraño, lleno de cambios de distinta índole y de despedidas, algunas, esperadas, y otras totalmente sorprendentes, de aprendizajes varios, de los cuales, rescato dos:
 
Siento que me pegaron tonta puñalada por la espalda, pero sé que uno igual debe seguir confiando ciegamente en las personas, sobretodo en quienes estuvieron ahí conmigo y me dieron su apoyo.
 
Esto no lo aprendí este año, pero igual vale; a través de una de mis primas, la Caro (luego les hablaré más de ella), aprendí a ver el vaso medio lleno, siempre, y ese vaso que yo veo lleno, hay gente que lo ve vacío, por lo que sólo me queda agradecer a la vida (o a mis papás que me criaron así), tener la oportunidad de enfrentarme a las cosas con optimismo.

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